Hay que ser radicalmente
socialista y llegar a ser un socialista radical, asumir todas las
luchas de la humanidad y ser radicalmente humanista, abogar por la
igualdad y equidad de género y ser radicalmente feminista o
feminista radical... mmm eso sí que no, ¡por favor! Ubiquémonos un
poco; cómo eso de que la mujer sea radical, ¿no será peligroso? La
idea no es que nos ataquen y la mujer nos termine sometiendo.
¿Cómo entender esta
inquietud ante el feminismo y la ambivalencia que la contiene?, ya
que al parecer, hoy en día, está de moda en ciertos ambientes
declararse feminista, es un acto adecuado y de amplía deseabilidad
social, pero a su vez, no es bueno ser feminista radical, es decir
bueno: “soy feminista pero no de esas…” que trampa se nos
presenta ante esta bruma, es más, sería sensato aventurarnos a
pensar que nos encontramos ante la despolitización del accionar del
feminismo.
¿Por qué ante un hombre que
se declara feminista, todo es agrado y felicidad? Y las expresiones
que surgen espontáneamente entre muchas mujeres y algunos hombres,
son: “Ohh que tierno, que bello que se declare feminista debe ser
un hombre bueno y sensible”. Pero si, una mujer se declara
feminista, agárrense inmediatamente brotan como una erupción
señalamientos de todo tipo tales como: “ah, esa debe ser una
solterona”, “una amargada”, “Una mal cogida” detengámonos
precisamente en la última “Una mal cogida” y fijémonos como
hasta se culpa a la mujer por que un hombre se la coge mal.
Que nos muestra todo esto, es
tan arrecho el sistema patriarcal que ya de manera sutil comenzó el
secuestro y la despolitización del feminismo, concibiendo “un
feminismo aceptable” y adecuado” si se enuncia de determinadas
maneras y en los contextos correspondiente y ¿Cómo ocurre esto? Que
hasta el movimiento de lucha para revindicar la opresión sobre las
mujeres, nos queda bonito y aceptable a nosotros como hombres y es
horrible, asusta e inquieta, cuando es enarbolado, enunciado y
reivindicado por una mujer.
Qué un hombre se declare
feminista, en esta suerte de estética neoizquierdista del
buen-fingir que sostiene imágenes cuerpos-farsas declarativos de la
boca hacia fuera, pero con el culo bien apretado para adentro por la
colonización heteropatriarcal que les impide restringir el confort y
los privilegios heterosexuales, solo es una manera de edulcoración
del patriarcado, lo hace más leve, lo des solidifica para que se
cuele en los cuerpos y es porque se ve bien, suena bien y es
agradable que se hace necesario el sospechar, al igual que si modelos
de pasarelas agiten consignas feministas que lo que hacen es
reafirmar estereotipos, y se distancia de aquello o aleja el mayor
miedo del sistema patriarcal que es la ruptura, el quiebre y eso
siempre es molesto, incomoda, desagrada porque rompe con el supuesto
orden natural de las cosas.
Ahora vamos a explorar sobre
las reacciones inmediatas que emergen, se desatan ante su solo
nombramiento. Por un lado, son comunes las resistencias, una de ellas
es asumir la idea de defensa a ultranza desarrollada por las mujeres;
quienes desean supuestamente vengarse de los hombres. Luego otra
reacción común es la búsqueda de compensación; la que relataré
con los argumentos de un Sr. que un día me manifestó en un taller;
siempre con ánimo de confrontación: “bueno si usted avala esas
prácticas feministas” aquí detengo el comentario del Sr. para
mostrar como son vistas las mujeres feministas, siendo parte de
grupitos de choque, tipo de acción gremialistas, hasta casi
asumiendo el nivel de una mafia, “la mafia feminista” por ahí he
escuchado el termino feminazis.
Y continuando con el diálogo
Sr: “entonces si usted está
de acuerdo entonces yo me uniré a un grupo de masculinistas”
Me imagino que el Sr.
esperaba que le refutara su arrebato argumentando las condiciones
históricas y culturales que sustentan, justifican y legitiman el
accionar feminista, pero no que ladilla, más bien lo que se me
ocurrió responderle fue un simple:
C: “pero que bien, échele
pa adelante y cuando reúna y conforme un grupo o un movimiento
masculinista me avisa para unirme”. “Pero primer es importante
que pueda identificar cuáles son todos sus derechos vulnerados como
hombres, y que estos estén siendo vulnerados precisamente por la
acción de mujeres”. Y no sé olvide por favor, de que estoy
ansioso de unirme a ustedes.
El Sr. comenzó a pensar y
buscar con insistencia
Sr.: “bueno hay muchos,
heee, ellas nos mmm, bueno se quedan con nuestras casas”,
C: ¿A usted perdió su casa?
Sr.: No yo no pero el amigo de
un amigo, y he sabido
C: ¿pero usted que derecho le
ha sido vulnerado y que derecho le ha sido vulnerado a un hombre
cercano a usted?
C: Lo que pasa Sr. que ese
movimiento que usted llama Masculinismo ya existe y se llama sistema
patriarcal.
Justamente son las mujeres
disruptivas que con su performance molestan, inquietan al orden
patriarcal. Las que muchas veces, pasan a ser las mujeres
desordenadas que salen a la calle invaden los espacios públicos, la
plaza, alzan la voz, gritan pelean incluso maldicen siendo esas
inapropiadas que en su novedad surgen en amenaza, que debilita la
condición natural declarada y asignada por el patriarcado, a la que
como sociedad nos hemos acostumbrado, que supone un deber ser, una
virtud que se inscribe en el cuerpo bajo la forma de un conjunto de
disposiciones aparentemente naturales, sí, ahora las mujeres esas
radicales invaden lo público.
PD: Aquí surge la nueva especie de la izquierda acomodaticia: el Femilisto. Especie de sujeto que se niega abandonar su lugar de confort Cisexual, se niega a cuestionar el heteropatriarcado como régimen político de los cuerpos
y los afectos, se asume "feminista" de la boca para afuera y realiza
todas las práctica misóginas, homo-lesbo-transfóbicas y sexista que
puede realizar cualquier personaje de "derecha".(próximamente ampliaremos detalles de esta especie)
Trash/Sketching/Garabatos: @erchos