miércoles, 16 de mayo de 2012

Contra la homofòbia




Walking Around
Sucede que me canso de ser hombre.
Sucede que entro en las sastrerías y en los cines
marchito, impenetrable, como un cisne de fieltro
Navegando en un agua de origen y ceniza.
El olor de las peluquerías me hace llorar a gritos.
Sólo quiero un descanso de piedras o de lana,
sólo quiero no ver establecimientos ni jardines,
ni mercaderías, ni anteojos, ni ascensores.
Sucede que me canso de mis pies y mis uñas
y mi pelo y mi sombra.
Sucede que me canso de ser hombre.
Sin embargo sería delicioso
asustar a un notario con un lirio cortado
o dar muerte a una monja con un golpe de oreja.
Sería bello
ir por las calles con un cuchillo verde
y dando gritos hasta morir de frío
No quiero seguir siendo raíz en las tinieblas,
vacilante, extendido, tiritando de sueño,
hacia abajo, en las tapias mojadas de la tierra,
absorbiendo y pensando, comiendo cada día.
No quiero para mí tantas desgracias.
No quiero continuar de raíz y de tumba,
de subterráneo solo, de bodega con muertos
ateridos, muriéndome de pena.
Por eso el día lunes arde como el petróleo
cuando me ve llegar con mi cara de cárcel,
y aúlla en su transcurso como una rueda herida,
y da pasos de sangre caliente hacia la noche.
Y me empuja a ciertos rincones, a ciertas casas húmedas,
a hospitales donde los huesos salen por la ventana,
a ciertas zapaterías con olor a vinagre,
a calles espantosas como grietas.
Hay pájaros de color de azufre y horribles intestinos
colgando de las puertas de las casas que odio,
hay dentaduras olvidadas en una cafetera,
hay espejos
que debieran haber llorado de vergüenza y espanto,
hay paraguas en todas partes, y venenos, y ombligos.
Yo paseo con calma, con ojos, con zapatos,
con furia, con olvido,
paso, cruzo oficinas y tiendas de ortopedia,
y patios donde hay ropas colgadas de un alambre:
calzoncillos, toallas y camisas que lloran
lentas lágrimas sucias.

viernes, 13 de abril de 2012

Calificar al enemigo de mariconsón no es un gesto de rebeldía

Canciller venezolano dice que los de la oposicion son ricos maricones y fascistas 
Hoy hace diez años bajamos los cerros en chorros incontenibles. No bajamos a saquear, no bajamos a voltear la mesa, aunque con todo derecho hubiéramos podido hacerlo, bajamos a reclamar el regreso de Hugo Chávez, bajamos a resistirnos en colectivo. Nos negamos a aceptar que nuestro barco fuera hundido por una caterva de empresarios, militarcitos y políticos fascistas. Bajaron los cerros, y también salió a las calles todo aquel que entendía lo que se estaba perdiendo: albañiles, secretarias, buseteros, lesbianas, motorizados, liceístas, malandros, tías, hijos, universitarios, asmáticas, raperos, homosexuales, indígenas, cantantes, ancianos, heterosexuales, negros, rockeras, mochos, ciclistas, amantes, transexuales, albinos, bodegueras, jeepceros, vagos y bisexuales. Mixtura espesa se agolpó frente a Miraflores y frente a Fuerte Tiuna, acá en Caracas; y en cada espacio dispuesto para el grito en todo el resto del país. 
Ayer el canciller de la República, quien nos representa ante otras naciones, Nicolás Maduro, se dirigía a un gentío recordando lo que le habían hecho el 12 de abril de 2002 a la embajada de Cuba, y allí mismo frente a la misma embajada, repudió la acción que en aquel momento lideró Radonsky, un asalto que puso en riesgo la vida de mucha gente. Pero, de un momento a otro, exaltado (el canciller), refiriéndose a los golpistas y sus seguidores enajenados, los calificó de “sifrinitos” y “mariconsones”. Entonces, claro, lanzó bien lejos todo vestigio de un análisis político serio y al mismo tiempo ofendió a una parte del pueblo que apuesta todo al proceso revolucionario que lidera Chávez. Nos preguntamos entonces si realmente nuestro canciller y las personas que detrás de él le hacían coro, aplaudían y reían, piensan que esa es la forma de enfrentar y señalar los desmanes de una clase contra otra, ¿de veras creen que calificar al enemigo de mariconsón es un gesto de rebeldía o de arrojo? Pues desde una perspectiva más amplia vemos que semejante hecho es un error terrible que mucho daño hace a nuestra lucha. Días antes un joven chileno fue asesinado a golpes por ser homosexual, cuatro compatriotas suyos le quitaron la vida de manera espantosa porque no soportaron que asumiera su sexualidad con absoluta franqueza, lo asesinaron porque no respetan la diferencia. La discriminación es la práctica que identifica a los que se oponen a la igualdad, señor canciller, entendiendo que el respeto a la igualdad no es otra cosa que la celebración de la diversidad, sabernos muchos distintos que conforman un todo. Parte de los luchadores de nuestras filas son homosexuales, ¿usted no lo sabía?, y es que las preferencias sexuales, amigo, no determinan las convicciones políticas de cada quien. Le pedimos que no alimente al monstruo, tal vez lo haya hecho sin querer, tal vez esa carga de machismo que nos ha dominado a todos y a todas como sino de una cultura discriminadora lo haya alcanzado en ese momento, tal vez. Pero lo conminamos a la reflexión. Juzguemos al enemigo por asesino, por torturador, por discriminador, por fascista, pero jamás caigamos en la miseria de señalarlo por ejercer su derecho a la libertad.

Sin VergÜenza
Colectivo de masculinidades en contra del machismo.