domingo, 24 de julio de 2011

A propósito del fútbol




El futbol y el deporte en general han sido tierra fértil para reafirmar los valores y las represiones del “Ego machista” que nos domina. No se nos permite a los hombres llorar para no mostrar debilidad -a veces unas lágrimas tímidas  en la celebración de un gol están permitidas-,  Pero en la cara del técnico de la selección venezolana  ante el escenario público no lo está. Vimos a un  César Farias  que mostraba poca expresividad, una postura rígida  por el triunfo conseguido ante Chile. Frente las cámaras de Tv se notaba  un Farías “movido” por la emoción, por la euforia de la victoria. Pero al Director técnico de la selección le tocó “controlar” sus emociones, los gestos y la inflexión de su voz al declarar, es un mandato directo en la masculinidad en el fútbol y fuera de él: la dureza, la necesidad de imponerse y la corporalidad inflexible.  En el “éxito” y en el “fracaso”  nos apegamos al ABC de una masculinidad autorepresora.



Hay que reconocer  el esfuerzo y el gran papel que jugó el equipo venezolano en el campeonato Americano. Ante las expectativas del pueblo venezolano con el equipo nacional ¿Cómo se enfrenta el fracaso en el mundo del fútbol? La Copa América puede servirnos para encontrar una respuesta frente a esta interrogante. Por ejemplo,  Cesar Farias siempre tuvo un atenuante para amortiguar las sensaciones del “Fracaso”, en la derrota frente a Paraguay señaló: “Nos anularon un gol” (bien anulado) y “vinieron a provocarnos”,  (y respondimos como machos) esto deja en evidencia la responsabilidad que le demanda el “fracaso”  a los hombres, y la manera de asumirlo. Ante Perú, Farias declaró: “Perú tuvo un día más de preparación", volviendo poner las causas de la derrota sutilmente fuera de su responsabilidad. Todo esto es comprensible cuando nos encontramos en un mundo donde a los hombres se nos impone la necesidad del “éxito” y la renuncia total frente al “fracaso”, donde reconocer totalmente una “derrota” es asumir ser inferior frente al otro, por lo tanto, nos resta “hombría”, por esto como hombres  “debemos”  estar siempre preparados para irnos  las manos, para la demostración permanente del poder,  para siempre infundir respeto, en el campo, o fuera de él.  




            Diría Galeano: “La historia del fútbol es un viaje triste del placer al deber”  y la historia del hombre es un viaje dentro del estado de la represión, del deber infinito, de la demostración perenne de lo masculino, nos toca asumir el cambio por lo menos de la idea de lo masculino y  a propósito del futbol debemos pensar el campo como espacio de reproducción de los valores de un tipo dominante de masculinidad.

Por: juan Pablo Díaz


.....Y al Director técnico le tocó controlar las emociones



  

martes, 12 de julio de 2011

Y salimos a Marchar… Por la Sexogenerodiversidad



“El padre de Venezuela” se encapucha con la bandera del arcoiris. Ya retumbaban en mi cabeza posibles comentarios: “Es una falta de respeto”, ¿cómo se te ocurre burlarte de Bolívar? Estaba claro todo, la sexualidad de un Patriarca no se puede cuestionar, y mucho menos flexibilizar la rígida heterosexualidad construida en torno a la figura de Bolívar. Y encapuchamos a Bolívar con los colores de la diversidad.






¿Y por qué Bolívar no puede usar los colores del arcoìris?
La respuesta es simple, a 200 años de independencia, no hemos alcanzado la independencia de prejuicios y moralismos pacatos. A 200 años de independencia, 12 años de revolución las identidades  sexogenerodiversas no dejan de ser un estigma dentro de muchos grupos de la “Revolución”, -si, las comillas son intencionales-. Está claro, la heteronormatividad inducida, obligatoria no deja de ser un comodín para “desconocer lo diverso”. El moralismo y la hipocresía del Estado también lo es. Hay que evidenciar  el notable, válido y aceptable  apoyo y voluntad política  a  para la realización de la marcha “del orgullo gay”. Si, entiendo que no existe razón para estar orgullosxs, y que al hablar de “orgullo gay”, no incluye todas las identidades sexogenerodiversas, pero es el nombre con el que se le conoce a la marcha, y creo que pocxos lo cuestionan.



¿Por qué marchamos?

 Varios colectivos (Asdre, Divas de Venezuela, Sin Vergüenza, feministas F`s y M`s Por Ahora) Decidimos hacer unas pancartas y enfrentar desde un contra sentido  la marcha: “lo gay como mercancía”, la deuda del gobierno con la inclusión de la población sexogenerodiversa más allá de lo simbólico, sino en términos de derechos, sin reducir toda la lucha a un reformismo netamente legal, que obvio, es necesario, pero no lo único.  También marchamos por el hecho  de reconocer la heterosexualidad como parte de la sexogenorodiversidad, y ampliar la lucha por la inclusión. Porqué la heterosexualidad forma parte de la diversidad sexual...
Porque la heterosexualidad ha construido una frontera con sexualidades otras y se fundamente en reproducir una sexualidad obligatoria a través de la Lesbo-homo-transFOBIA, porque la heterosexualidad implica estar siempre en closet y negar manifestaciones que la contradigan,  porque la heterosexualidad obligatoria es hija del patriarcado y niega identidades otras.... sexualidades otras
Porque no nos da pena abrazar, caminar y luchar con y por la sexogenerodiversidad....






La política escarchada

“Yo no soy político, solo soy el animador”, gritaba quien dirigía la marcha en un camión dispuesto por el Gobierno Bolivariano. Y es que era un lugar común esta marcha, ocultar el acto político, reivindicativo y trasgresor de las identidades tras los coros de “La Gaga” y exóticos trajes con lentejuelas y plumas, a pesar que las voces roncas de los movimientos de izquierda entonaban consignas reivindicativas en la punta de la marcha.









“Gloria al bravo Pueblo”…  rimel, sudor y fervor

En “una sóla voz” se sintió el himno nacional. Con bemoles, con falsetes, y  voces toscas refinadas, voces finas agravada, simplemente voces sexogenerodiversas que copaban la Av. Universidad  y gritaban al llegar a la Asamblea nacional: “igualdad e inclusión”. Una igualdad medianamente reconocida en el Art 21 de la Constitución, pero no enunciada por el parlamento, por algún ministro o minista. ¿Qué piensa el gobierno sobre la sexogenerodiversidad? ¿Seguirá el silencio ante esta multitudinaria marcha? ¿Seguirán las políticas públicas heteronormadas?





La burriquita sì, Lady-Gaga, no

Alrededor del Bolívar (La estatua llena de pupú de palomas)una concentración bicentenaria, niños y niñas con trajes de patriotas, trova, tambores,  otra vez trova, la burriquita música popular y otra vez trova, se escuchaba en la Plaza del Casco histórico de Caracas. La  pancarta de Bolívar  encapuchado generaba incomodidad, la tolerancia llegó a un límite. La independencia  de los prejuicios ataca de nuevo. Un tumulto de personas se congregan alrededor de un grupo de chicxs trans que transitaban por la plaza con hot-pants, ligueros y atuendos cual Lady Gaga. Voces de repudio  y rechazo. El argumento: “acá hay niños y niñas”, “esa vestimenta no es adecuada para estar frente al Liberetador”. "los queremos, pero allá" (al margen de la plaza). ¿Es que acaso los hombres que bailaban la burriquita no estaban vestidos de mujer? ¿Es que acaso los niños y niñas no se ven invadidos por vallas publicitarias cerveza que “adornan” toda caracas? ¿Es que acaso el señor que pedía a gritos que se vayan las  trans de la plaza, no se ha tomado una cerveza en cuya lata hay una mujer casi desnuda, y seguramente lo ha hecho en presencia de una niña o niño? Hipocresía.


Caracas Bipolar

Por un lado la fiesta patriota… por otro lado coros de Madona, bailes eróticos y mucho maquillaje. ¿Alienación, enajenación, ante la industria cultural y el pop? no lo se. Es muy fácil juzgar pero no había ningún puente entre ambos mundos “el mundo bicentenario y el mundo del ¿hedonismo? (no me atrevo a calificar)”, y cuando personas “de aquel lado de la avenida” decidieron pasar a la Plaza Bolívar se encontraron con una trova que llena de mensajes revolucionarios, y con muchos gritos libertarios se  contradecían con algunas expresiones de repudio a la diversidad. Y es que la diversidad implica reconocer “la diversidad cultural”, una diversidad que no puede ser homogenizada sólo por las letras de Alí, Facundo, o La Cantera, el Tamunangue y la burriquita ¿Quién le canta a la sexogenerodiversidad? ¿Lloviznando canto? Si, ya se, el pop incomoda, “supuestamente aliena”,  y quien esté libre de Pop, y alienación que lance la primera cotufa. Basta de purismos  y esencialismos culturales (sin ánimos de rayar en el relativismo y en el todo vale)[1].



 Una avenida llena de identidades que se expresaron, que tomaron alcohol, se besaron, bailaron, gritaron consignas, al igual que cualquier otra marcha, pero con menos o más nivel de politización, pero lo cierto es que son (somos) personas diversas  que sienten (sentimos) y que pareciera que incomodara al gobierno hablar de políticas públicas que impliquen personas sexogenerodiversa, pareciera que en tiempos de revolución la revolución sexogenerodiversa, está en las calles,  en la cama, en la web,  en el callejón, en la mente y corazones de muchxs, pero no en la Asamblea, en las leyes,  ni en los discursos de Políticos y las Políticas (con “P” mayúscula) .


Yosjuan Piña Narváez
@erchos
Fotos: Federico Zaá









[1] Entiendo que detrás de la industria cultural está toda la maquinaria capitalista operando, que se crea identidades enlatadas, productos para vender, íconos que lucran a muchas trasnacionales. Lo sé, pero es reduccionista a estas alturas hablar de alienación, sin matices, subestimando la capacidad crítica  de quien consume un mensaje, de quien se apropia y lo re-semantiza y construye nuevos significados.